Cita Previa

Dolor del codo de tenista

¿Dolor nociceptivo o dolor neural?

Existen diferentes deportes de raqueta, los más clásicos o conocidos, como el tenis, squash o bádminton, aunque en los últimos años ha aumentado la práctica del pádel, un deporte de espacio reducido, donde prácticamente cualquier persona lo puede practicar.

Sin duda es un deporte con grandes beneficios a nivel físico y psíquico.

Aun así, no hay que olvidarse de que existen lesiones en un deporte donde la frecuencia de movimiento y la fuerza de golpeo es muy alta.

Una de sus principales lesiones, conocida como Epicondilalgia lateral de codo, es una patología que se reproduce mediante rigidez matinal, disminución de fuerza, dolor punzante, constante y sordo, pudiendo irradiar durante el movimiento.

Principales causas de lesiones de codo:

  • Causa tendinosa
  • Neuropatía del nervio radial
  • Atrapamiento de la rama interósea posterior, en Arcada de Frohse del músculo Supinador Corto.
  • Síndrome radicular C5-C6.

Las causas del Codo de tenista, pueden ser de origen LABORAL o DEPORTIVO, debido a:

  • Posiciones forzadas y/o mantenidas
  • Fuerza y presión manual
  • Ciclos de trabajo muy repetitivos
  • Ciclos de descanso insuficientes
  • Herramientas vibratorias
  • Trabajos en condiciones de frío

La prevalencia lesional, se ordena en:

  • 64% m. Extensor radial corto y largo del carpo (en codo de tenista)
  • 35% m. Extensor común de los dedos
  • 5% por compresión de la rama posterior del nervio radial por el fascículo superficial del supinador corto

La epidemiología de la lesión:

  • Supone entre 1-3 % de las lesiones deportivas en España, pero va en aumento.
  • 55,8% de todas las patologías profesionales
  • Afectación en brazo dominante
  • Repetición de esfuerzo en Extensión y Pronación del antebrazo
  • Edad: entre 35-50 años
  • Su recuperación: Mínimo 3 meses (hasta un año. Respetar tiempos de curación.

Su tratamiento puede variar, dependiendo de su origen, causa y consecuencia:

Teniendo en cuenta que es una lesión que puede tener un mínimo de 3 meses de duración y alargarse hasta un año, debemos ser pacientes con su evolución y progreso.

Deberemos de realizar una serie de tests para evaluar, tratar y reevaluar durante su progreso. Los tests sirven para poder discriminar si una lesión es de origen nervioso o musculotendinoso, o bien si existe una red flag (derivar a otro profesional).

Evaluación:

 Tratamiento:

  • Terapia manual o invasiva.
  • Vendaje de recentraje humerocubital, ayudaremos al paciente a una mejora de la sintomatología durante el proceso.
  • Refuerzo de la musculatura del tríceps braquial, por posible flexum de codo.
  • Trabajo excéntrico de extensores de muñeca y dedos.
  • Trabajo de flexor largo del cuello (e inhibición del ECOM).
  • Neurodinamia del nervio mediano y del nervio radial.

Los ejercicios se deben de realizar con una carga de intensidad subjetiva en torno al 6-7 sobre 10 de dificultad. En caso de fatiga o dolor, se debe disminuir si intensidad a una de mayor facilidad. 

Reevaluación:

La valoración del dolor es un dato subjetivo que deberemos de tener en cuenta, aunque para la reevaluación se debe valorar la disfunción y fuerza del paciente, ya que se trata de un dato objetivo.

  • Palpación del epicóndilo lateral durante la ejecución de extensión de muñeca.
  • Test de Bowden: verificar grado de dolor a la prensión, según disminuye la fuerza o no.
  • Disminuye por dolor: positivo
  • No disminuye por dolor: negativo
  • Valorar estabilidad de la fuerza cervical mediante la fuerza del flexor largo del cuello. ¿Disminuye la fuerza durante 5 segundos?
  • Neurodinamia del nervio mediano para comprobar sintomatología.
  • Test de Mill: valoración del músculo supinador corto, mediante el dolor a la supinación del antebrazo con mano abierta y extensión de muñeca. Si se reproduce un dolor irradiado inferior o superior, dará sospecha de neuropatía del nervio radial, si el dolor es en el epicóndilo, se trataría de una tendinopatía.

En caso del primero se debería de valorar otro tratamiento, de ser el segundo, mejorar la carga progresiva de los músculos y tendones, seguido de terapia manual y una vuelta progresiva a la práctica deportiva. Las pruebas de imagen ayudarían para confirmar los resultados de la lesión, también su progresión y evolución del tratamiento.

 

Adán Febrer Riudavets
Fisioterapeuta de Impuls

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